¿Qué hacer ante una crisis en una empresa?

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La humanidad atraviesa, junto con la crisis sanitaria por el nuevo coronavirus, una amenaza económica muy importante y una crisis humanitaria que nos está llevando a replantearnos nuestro comportamiento.

10 acciones frente una crisis de empresas

Ante esta situación, por motivaciones financieras, ambientales o estrictamente humanas, es preciso idear nuevas formas de relacionarnos. El manejo de recursos, el transporte empresarial, la tecnología, la alimentación, todo está cambiando. ¿Qué deben hacer las empresas para no ceder ante la crisis?

1.- Unirse, no dividir

El mundo empresarial es altamente competitivo, pero esto no quiere decir que los corporativos que representen algún tipo de competencia sean nuestros enemigos acérrimos. Inevitablemente, tendremos competencia que funja como referente, tanto para lo bien hecho como para los errores, aun si no se dedican al mismo giro que nosotros.

Ahora bien, es justamente en estos momentos cuando la crisis supera el carácter individual de nuestra compañía, pues lo que está en riesgo es la economía local o nacional, el propio giro o incluso un sector productivo global. Sumar esfuerzos puede ser la estrategia ideal de supervivencia.

2.- Cuidar a los suyos (que ellos cuidarán de la empresa)

Una de las máximas riquezas que poseen las corporaciones en el mundo actual son sus empleados fieles. Crear fidelidad requiere de acciones que les brinden un entorno laboral sano. La fidelidad evita pérdidas por contratación, rotación de personal, capacitación, fuga de cerebros, etcétera.

Es en este momento cuando las corporaciones deben apoyar a sus empleados, aun si se presenta una crisis económica interna. Las consecuencias de la pandemia afectan a todos, pero eventualmente serán ellos quienes levanten de nuevo cada empresa, aunque solo si se sienten parte de ella.

3.- Corregir deficiencias tecnológicas

Consideramos muchas cuestiones tecnológicas como secundarias por no tratarse propiamente del proceso productivo. Se invierte en máquinas y equipos, pero no siempre en software, aspectos administrativos y nuevos modelos de producción que involucren tecnologías innovadoras. La crisis de la pandemia por COVID-19 es precisamente un buen momento para visibilizar las fallas y lo viable que hubiera sido tener un sistema donde el homeoffice, capacitación a distancia o manejo de redes hubieran facilitado mucho las cosas.

4.- Invertir en marketing digital

Desde la creación de redes sociales estables, contratar administradores especializados, crear campañas SEO y SEM o invertir en contenidos hasta hacer estrategias de promoción audiovisual, así como de mensajería vía correo electrónico o SMS, el aislamiento presencial de nuestra empresa nos ofrece una puerta al marketing digital. Ese momento de transición mediática que quizá estábamos posponiendo indefinidamente llegó solo a la puerta de nuestro negocio (en casa).

5.- Considerar otras zonas de trabajo

La pandemia es global, pero la forma en que se ha presentado en distintas partes del mundo, incluso del país, es variable y corre a distintos tiempos. Por lo mismo, la respuesta social y la activación económica va a ser diferente en cada lugar. Si teníamos pensado expandirnos, pero no sabíamos dónde, quizá la respuesta nos la dé el desarrollo de la pandemia.

6.- Espacios de cotrabajo

El coworking es una forma de trabajo que ha ido ganando terreno, en particular con el estallido de startups relacionadas con el préstamo de servicios a través de aplicaciones. Tras los efectos económicos que nos dejará la pandemia, el arrendamiento colectivo será la opción más viable de continuar laborando en oficinas profesionales.

7.- Análisis y valoración de datos

Estar preparado para el riesgo a partir de la peor situación posible es garantía de que, independientemente de lo que se produzca, tendremos una respuesta eficaz. Los datos que arroja esta pandemia por COVID-19 sobre nuestra empresa deben valorarse, así como toda información futura que permita visibilizar cualquier posibilidad de cambio en el engranaje de nuestro negocio.

8.- Estar abiertos al cambio

Una crisis humanitaria mundial pone en riesgo los valores y la cultura de una época, por eso se espera una etapa de cambios profundos. Asimismo, la identidad corporativa de los diversos sectores deberá adaptarse y crear nuevos contextos organizacionales, pues incluso las leyes sufrirán modificaciones. Debemos estar abiertos a las innovaciones.

9.- Cambiar de giro

Que los años, el esfuerzo, el valioso recurso humano y la confianza de nuestros clientes o usuarios no se pierdan por una crisis es una importante ganancia. Para conservarlo, aun si no podemos seguir adelante con nuestro proyecto, quizá podamos adaptar esta riqueza acumulada con los años a un nuevo giro comercial.

10.- Contar con transporte empresarial seguro

Si nuestro giro no es el transporte, quizá la mejor opción no es invertir en una flotilla de vehículos estacionados la mayor parte del tiempo. Para gozar de transporte siempre disponible, pero optimizando los recursos con que contamos, lo ideal es rentar vehículos en planes empresariales adaptados a nuestras necesidades. Además, es un servicio en el que podemos controlar mejor el aspecto higiénico, en Alamo contamos con planes personalizados que se adaptan exactamente a tus necesidades para ofrecer el mejor servicio.

Estas son las recomendaciones para que las empresas no caigan ante la crisis. Desde la unión con otros corporativos para salvar el sector hasta el alquiler de transporte empresarial, todos son recursos que debemos tomar mucho en cuenta tras la pandemia y desde ahora.

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